
A lo largo de su historia son varios nombres que ha tenido; "Leopoldo Matos" (diputado y ministro de España), Colegio Público "Santiago Saenz Tejera" (profesor y director del mismo y nieto de D. Santiago Tejera Ossavarry) y en la actualidad ocupa la Universidad Popular "Juan Rodriguez Doreste" - Cono Sur. También albergó la Sección Femenina.
Casi todos los vecin@s de San Cristóbal y de diferentes generaciones tienen sus anécdotas y recuerdos del edificio, según la generación es su denominación para referirse al mismo. El grupo escolar, el colegio Santiago Saenz Tejera o el Leopoldo Matos.
En este artículo reproducimos el texto íntegro de la noticia en el diario FALANGE, pero la noticia la recogían todos los diarios de la época, puedes ver los artículos publicados tanto en LA PROVINCIA como el DIARIO DE LAS PALMAS.

El emplazamiento del edificio es magnifico y la traza del mismo adecuada a su finalidad. Visión da castillo y de ermita, con horizontes de mar, con luz y aire. Los niños de San Cristóbal tienen al fin, el hogar del saber que tanto añoraban.
Sobre terrenos cedidos por el Conde de la Vega Grande, seis aulas albergarán a 260 educandos. Condiciones sanitarias excelentes, terrenos para juegos; todo ha sido previsto por el arquitecto Cardona y magníficamente realizado por el contratista Farray.
El coste total del edificio ha sido de 125.000 pesetas.
A medio día fueron llegando, sucesivamente, para asistir al acto, el Gobernador Militar de la Plaza, señor de Rozas Fernández; Obispo de Canarias, Dr. Pílain; Gobernador Civil de la Provincia, camarada García López; Alcalde de I<as Palmas, camarada Juan Mulet; Comandante de Marina dé la Provincia, señor Socorro Padrón; Presidente de la Audiencia Territorial, señor Bascón y Gómez Quintero; Delegado de Hacienda, camarada Pérez y Alonso-Cuevillas; Presidente del Cabildo Insular, camarada Limiñana López; Comandante de Estado Mayor, señor García González; Jefe Provincial accidental de Falange Española Tradicionalista y de las JONS, camarada Martínez, acompañado de las Jerarquías; Jefe de la Sección Administrativa de Primera Enseñanza, señor Peñate López; Inspector-Jefe de Primera Enseñanza, camarada Aracil; concejales camaradas del Río Amor, Hernández de la Nuez, Alonso del Toro, Juan Mulet (Lorenzo) y De la Nuez Matrero; Catedrático señor Canellas; Secretario del Ayuntamiento, señor Arencibia Rodríguez; capitán de Infantería, ayudante del (Gobernador Militar, señor Camacho y Pérez Galdós; Presidente del Pósito Marítimo de San Cristóbal, señor Manrique de Lara y Fierro; y otras personalidades y representantes de la Prensa.

Numeroso público llenó el jardín y se situó en los alrededores del edificio, ejecutando la Banda de Música Municipal diversas composiciones durante el acto.
Seguidamente el alcalde, camarada, Juan Mulet, pronunció el siguiente discurso:
Excmos. e Iltmos. señores, ¡Camaradas!: Durante muchos años no escuíjhó el barrio de San Cristóbal más que promesas electorales, cada vez que el mortecino Estado liberal y democrático necesitaba el sinapismo de unas elecciones. Por entonces, los partidos enredados en luchas esteériles, traían a estos lugares hombres sin escrúpulos, que terminaban pidiéndoos un voto a cambio de obscuras promesas que nunca se cumplieron.
Nosotros no venimos a pediros votos, ni a hablares de absurdas utopías políticas para lanzamos después ávidamente a la especulación de cargos municipales. Venimos solamente a daros algo a lo que tenéis derecho, porque hace mucho tiempo —ya vá para los tres años—que hemos enterrado a la política y hemos suprimido definitivamente a los partidos. Hoy no conocemos más que uno: el partido de España. Y en él, consagrado por la victoria y por la dignidad nacional, un sólo nombre: Franco.
Os entrego este nuevo Grupo Escolar. El Ayuntamiento Nacional-Sindicalista realiza así uno de sus principios doctrinales más necesarios e importantes. Frente al materialismo grosero y corrosivo que aquí mismo os predicaban los falsos apóstoles del proletariado, nos interesa, como españoles y como falangistas, poner base sólida y firme a la revolución espiritual del país. Nosotros no queremos congraciarnos con el pasado, en cuya cuenta están inscriptos el abandono y la decadencia de la Patria. Queremos si, cimentar el Porvenir y el Porvenir no es nuestro, sino de nuestros hijos. Precisamente poreso, nuestro deber primordial de españoles es abrirles de par en par las puertas del Futuro, que son las puertas de la Escuela.
Quisiera que comprendierais bien lo que eso significa. Al Nacional-Sindicalismo se le presentaba el problema de acrecentar el poderío del individuo a cambio de sujetarlo al Estado, sin sacrificar por eso las razones supremas de vida y de orden de la colectividad. Para resolverlo el Nacional-Sindicalismo se repliega sobre el alma invisible de las multitudes y recoje sus palpitaciones, sus sueños y sus esperanzas, con todo lo cual forja después la letra de la ley. Pero procurar que coincida esa alma, esa conciencia anónima de los individuos con la necesidad eterna del Estado es el secreto del buen gobernante que, como la inspiración del poeta, ninguna filosofía ni ninguna regla pueden contener y formar. El Estado es eterno: el individuo es mortal; pero en la conciencia secreta del individuo se guarda como un tesoro—y acaso como una necesidad—un anhelo vivo de inmortalidad que se traduce en la familia, en la religión, en el arte, en el pensamiento. Pues bien, el punto de coincidencia de legítimo anhelo de inmortalidad del individuo y de la vida eterna del Estado no puede ser otro que el del sentimiento de la Patria, el respeto a la tradición, el amor al suelo nativo, la conciencia del gran destino de la Nación.
El Estado nacional-sindicalista—¡oídlo bien, camaradas!— no es ya, como en la etimología democrática, el gobierno del pueblo; es el pueblo mismo, entero y puesto en pié, que ha descubierto dentro de él las raíces inmortales del Estado, El Estado nacional-sindicalista es el que, rebasando el breve limité de las vidas individuales, representa la conciencia inmanente de la nación. Es el Estado que educa a los ciudadanos en las virtudes cívicas, les enseña la Patria y su Historia, les hace sabedores de su misión, les exalta a su unidad, armonizan sus intereses en la justicia y les lleva a la conquista del pensamiento en las ciencias, las artes y el derecho, en una magnífica y fecunda solidaridad humana, en perfecta armonía con su educación religiosa.
Por eso venimos nosotros hoy aquí: para iniciar esa labor educadora de la juventud que ha de formar la vanguardia del Estado español Nacional-Sindicalista. Con ello también hacemos nuestra obra de guerra. Mientras en las trincheras nuestros hermanos persiguen a los traidores de todas las Internacionales rojas, nosotros venimos a traer luz y enseñanza a los lugares que la tiranía socialista dejó, por conveniencia propia, sumidos en tinieblas de ignorancia. Es aquí donde hoy plantamos nuestra bandera con el yugo y las flechas, cuyo emblema os ha de enseñar lo que España necesita: las flechas, a aspirar sin descanso por la grandeza y la prosperidad de la Patria; el yugo, a someterse a España Madre, nunca tan Madre ni tan Santa como ahora. Su grandeza tiene un sostén: Franco. Su unidad un paladín: Franco. Su unidad, una garantía: Franco. Bajo esta trinidad maravillosa que encarna un solo Caudillo, os aguarda el trabajo más noble, que es el de traer a vuestros hijos a las aulas donde aprenderán a hacer España, y donde aprenderán también que para llegar a forjarla como el Caudillo y la Falange quieren hay que guardar la consigna inolvidable de José Antonio. Cuando en sus almas juveniles alumbre la fortaleza del hombre, han de pensar que su puesto "está al aire libre, bajo la noche clara, arma al brazo y en lo alto, las estrellas". He dicho.
i Camaradas!
¡Franco, Franco, Franco!
¡Arriba España!
El discurso del camarada Juan Mulet es largamente aplaudido.
Nuestro Jefe Provincial accidental camarada Martínez, dio los gritos rituales que son contestados brazo en alto por todos los asistentes, tocando luego la Banda Municipal los himnos nacionales con lo que se dio por terminado el acto.